miércoles, 28 de diciembre de 2011

Praga

1 al 5 Agosto 2009
Aunque hace ya más de 2 años que hice este viaje, voy a intentar resumir lo que más me gustó, el itinerario, y algunas cosillas de interés. Espero no dejarme nada importante.
Recuerdo que antes de salir preparé el viaje a conciencia. Seguimos las recomendaciones de un bloguero y contratamos un servicio de taxi privado para que nos llevara al hotel. ¡Menudo acierto! Fueron muy puntuales tanto a la ida como a la vuelta.
Como llegamos bastante tarde no pudimos ver nada, aunque con el taxi pasamos por zonas del centro y empezamos a abrir boca.

2 de agosto 2009

Al día siguiente nos levantamos temprano dimos una vuelta por Staromêstskê Námêstí  y vimos el famoso reloj astronómico. Subimos a la torre del Ayuntamiento desde donde se puede ver toda la ciudad.
También hicimos fotos a la iglesia de nuestra señora de Tyn y la plaza de la ciudad vieja.

 

Luego cruzamos por el puente  de Carlos y fuimos dirección al Castillo. Paramos para hacernos unas fotos en la famosa estatua de san Juan Nepomuceno, para que nos traiga suerte. Y comimos en un bar típico y pudimos degustar la famosa cerveza negra.

 De camino vimos varios jardines y pasamos muchísimo calor, porque aunque pensamos que allí no haría más fresquito, la verdad es que sufrimos una ola de calor asfixiante. En la zona del Castillo paramos a recorrer el callejón del oro, algo que te impacta, porque no esperas ver esas casitas de colores con las puertas pequeñitas. Un lugar curioso.

3 de Agosto 2009

El segundo día fuimos a la zona Nové Mêsto, estuvimos en el museo nacional (con una majestuosa entrada y el resto grande y rústico) y la plaza Venceslao. Entramos en las galerías Lucerna y allí descubrimos una exposición de los guerreros de Xián que nos perdimos en Madrid, así que aprovechamos para verla.


Luego fuimos al barrio judío. Entramos en el cementerio y en las sinagogas, como todo turista que se precie. En los carteles del cementerio ponía que no se podía fotografiar si no pagabas una cuota, pero no hicimos ni caso y pudimos hacer alguna foto sin ser pillados.



 
El barrio es bastante chulo y se nota que hay dinerito, porque los edificios son del tipo nobleza y las tiendas de moda más caras están en este barrio. Aprovechamos para comer en un mejicano súper chulo por donde han pasado un montón de famosos (la bodeguita del medio).


Después fuimos hacia Starê Mesto, pero esta vez fuimos dirección a la torre de la pólvora (Prasná Brána). Allí paramos a tomar un trozo de tarta en el salón de té que hay en el edificio Obecni dúm. De aquí guardo la anécdota que describe a los checos. Allá va: nos sentamos en el lujoso café y pedimos 2 refrescos y un trozo de tarta (como para resistirse, las tienen en unos carritos y todas tienen una pinta…) el caso es que nada más traerlo se nos cayó una avispa en el refresco. Educadamente y en inglés le pedimos que nos lo cambiara y el chico con cara de pocos amigos nos trajo otra. Rafa decía que era lo normal, pero yo le dije que por la cara que había puesto nos la iba a cobrar. Y efectivamente lo hicieron. Los checos son gente un poco seca y muy seria. Vamos, de pocas bromas.

4 de Agosto 2009


El tercer día fuimos a  Petrín.  Vimos el muro del   hambre, construido por orden del emperador Carlos IV para dar trabajo a los ciudadanos  y poder salir del hambre y el monumento a las víctimas del comunismo.




Luego subimos en un funicular hacia las colinas. Allí hay una réplica de la torre Eiffel y pudimos pasear por los jardines. También fuimos a visitar la biblioteca de Strahovsky klaster y la iglesia de Loreta ambas en las colinas de Hradcany. En esta zona hay muchas tiendas de antigüedades y sitios para comer muy bonitos y curiosos, ya que la mayoría tienen una terraza interior y aprovechan cualquier rincón para plantar las mesas.

Paseamos por el centro y aprovechamos para perdernos por las calles y  para comprar algunos regalitos, un anillo de ámbar (típico de la zona) y alguna marioneta.






Ya por la noche aprovechamos para ver un espectáculo de teatro negro. Los efectos son chulísimos y el idioma no es un problema porque casi todo es mímica. Resulta muy turístico, pero merece la pena verlo.
Cuando salimos pudimos cenar en una terraza frente al reloj astronómico y disfrutar nuestras últimas horas en la ciudad.


Praga es una cuidad cautivadora, quizás de las más bonitas de Europa. Me encanta el ambiente de sus calles, la arquitectura, los rincones tan románticos que puedes encontrar en cualquier lado. La gente, aunque no es muy amable, te habla en inglés y es fácil entenderse (en inglés claro). Y lo más cautivador,…las marionetas. Las hay de todas las clases, de madera, de papel maché, de cerámica. Algunas dan hasta miedo, pero son todas preciosas. Como venirse sin alguna.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Milán

Milán  
(23-7-2010)
Cogimos el tren a las 11 con destino Milán. Durante el trayecto aprovechamos para dormir un poco, aunque yo esos ratitos del tren los aproveché para escribir mi diario del viaje.

Pagamos 3€ por un billete de 24 horas del metro, la verdad es que fue lo más barato hasta el momento. Después de ir al hotel y dejar las cosas nos fuimos al Duomo, aunque tuvimos que bajarnos después de la estación porque Berlusconi estaba en la catedral y por motivos de seguridad estaba cerrada. ¡ Menudo dispositivo de policía, ejercito, etc !




El Duomo es precioso y muy grande. Desde la plaza amplia que hay de frente puedes llegar a la Gallería de Vittorio Emanuele, muy majestuosa y con tiendas lujosas. Dentro de la Gallería había en el suelo un relieve de un toro que según la tradición te da suerte, pero solo si le pisas los testículos y das vueltas, jajajajaja pues los pisamos.

Para unos adictos a la compras como nosotros, en la plaza del Duomo hay unos grandes almacenes , Rinascente, donde encuentras de todo. Dimos un paseo hasta Avenida Buenos Aires ( zona de compras y tiendas) y al volver nos cayó una tormenta de verano increíble. Ya de noche volvimos al hotel con nuestras compras y con la imagen de una ciudad con gente muy fashion.


(24-7-2010)
Como el vuelo de vuelta a Madrid no sale hasta las 21h, queremos aprovechar el día lo máximo posible. Dejamos el hotel y nos fuimos a la estación central para preguntar los horarios de los autobuses al aeropuerto de Bergamo. Allí dejamos la maletas en consigna (4€ por 5 horas)

Nos vamos temprano a ver el castillo de Sforzesco. Es enorme y aunque no lo hemos visitado por dentro, parece muy bien conservado. Me ha gustado mucho.
Nada más salir me ha picado otro insecto, esta vez era enorme. La verdad es que llevo bastantes picaduras de Venecia, así que lo mejor fue comprar un repelente porque en Milán parecen avionetas.


Después del castillo volvimos paseando a la plaza del Duomo y volvimos a entrar en los grandes almacenes para comprar una troley que habíamos visto.
Con nuestra nueva maleta fuimos en busca de las zonas chic de tiendas. La verdad es que Milán no es barato para ir de compras, ni siquiera con las rebajas. Pero no podíamos resistirnos a una sesión de shopping. Cuando no podíamos con nuestros cuerpos, paramos a comer en un restaurante alejado del centro. Nos pusieron una pizza que se salía del plato y a un precio baratísimo, eso si, la coca cola a 4€. Y después tuvimos que dar un súper paseo para bajar la pizza.
Aunque no queríamos que el viaje terminara, tuvimos que volver a la estación a por las maletas. Hicimos un traspaso de ropa porque nos pasábamos del peso y al terminar fuimos al bus que nos llevaba al aeropuerto (9€ por el trayecto y 1 hora de trayecto).

Al llegar al aeropuerto había una marabunta de gente para facturar con Ryanair. Además el vuelo se retraso más de 1 hora y no nos sirvió de nada hacer cola porque al subir al bus que te deja en el avión, no respetaron la posición. Vamos que el final fue un poco desastre. Encima cuando llegamos a Madrid las maletas de Arancha y Pablo no estaban, menos mal que al día siguiente aparecieron. Pero de esta aprendimos lo cutres que son las low cost.

sábado, 15 de octubre de 2011

Venecia

Venecia
21-7-2010
Llegamos a Venecia en tren. Era temprano y ya hacía muchísimo calor y una humedad tremenda. Nuestro hotel estaba a escasos 200 metros de la estación, así que dejamos las maletas en recepción y volvimos a la estación para coger el Vaporetto1 que dejaba en el centro.
Mientras mirábamos qué billete coger, unos chicos españoles nos dieron sus billetes para 1 día que les sobraba ¡Qué guay, un gasto menos!
El vaporetto iba lleno hasta la bandera. Nuestra primera parada fue en el puente Rialto. Aquí ya empezamos a ver tiendas de máscaras, de cristal de murano y souvenirs.




Fuimos andando hasta la plaza de San Marco. Las calles son todas un caos de gente y no sabes ni por donde vas. Menos mal que hay carteles en todas las esquinas.
Estos carteles te salvan de no tener que volverte loco con el mapita, porque Venecia es como un laberinto.

Llegamos a la plaza San Marco y como siempre me pasa en mis viajes, la mitad de la fachada estaba con andamios. Hacía un calor de muerte y unas colas tremendas para entrar , así que por supervivencia, decidimos no entrar a ver iglesias, ni monumentos, ni Palacios. Teníamos suficiente con visitar la ciudad.
En un lateral de la plaza esta el puente de los suspiros, pero no pudimos verlo porque estaba tapado por carteles, una pena.


En ese punto decidimos jugar una "gymkana", teníamos que llegar a un punto del mapa que elegimos al azar. Cada pareja por una calle distinta. Teníamos que llegar a las 14.30 a la plaza Sant' Angelo, pero el recorrido era muy complicado. Calles estrechas, puentes, ¡Menuda aventura leer el mapa que nos dieron en el hotel! La mitad de las calles no venían. Pero al final llegamos.
Nos acercamos al hotel a descansar un rato y darnos una ducha, el calor era insoportable y por la tarde podíamos seguir.


Esa tarde cogimos el Vaporetto 2 que daba la vuelta por la zona del puerto y vimos los barcos cruceros y veleros, todo lujosos y grandes . Nos bajamos en San Marco y volvimos dando un paseo hasta Rialto. Allí cruzamos al barrio S.Polo, junto al mercado de pescado. En una plaza vimos a mucha gente que estaba tomando vinos en la calle. Allí probamos el Splizt, una bebida típica de Venecia. Cogimos uno dulce y otro salado para elegir, pero ninguno nos convenció, para mi gusto muy amargos.


Arancha y Pablo querían volver a Rialto, pero nosotros decidimos callejear por ese barrio. Justo detrás del mercado de pescado paramos a cenar algo de pasta. Spaguetti al pomodoro y pizza, en un restaurante italiano con dueños chinos, jejejeje (los mejores spaguettis que he comido).
Decidimos echarle valor y volver andando al hotel por el barrio s. Polo, que está en la orilla contraria a nuestro hotel. ¡Menos mal que había carteles a Ferrovia!

Las calles ya estaban oscuras y nos cruzamos con poca gente, pero la verdad que no me sentí mal, solo perdida. Menudas risas pasamos siguiendo a una chica y menos mal que no iba a su casa, jajajajaja.
De repente al cruzar una esquina nos topamos con las fiestas de un barrio. Había orquesta, puestos de comida y bebida y un montón de mesas con bancos, había incluso baños públicos.

La gente bailando el paquito chocolatero italiano, vamos como en cualquier pueblo de aquí, pero creo que mejor montado.
Nos costó bastante encontrar el cartel de Ferrovia, pero al final conseguimos llegar. ¡Menuda aventura!

22-7-2010

Hoy vamos a visitar las islas de Burano y Murano.
Cogimos el vaporetto 1 hasta Lido y desde allí a Burano en barco LN. La isla de Burano es chulísima, cada casa es de un color distinto y al ser pequeña la puedes recorrer en un rato. Muchas casas tienen su propio negocio y allí puedes encontrar las típicas sombrillas de encajes y gran cantidad de tapetes hechos por las mujeres de la isla.
En la isla se respira una tranquilidad inusual en Venecia, es como un mundo aparte y las posibilidades fotográficas son infinitas, es muy inspiradora. Me encantó.

Hoy el calor es todavía más intenso y en la isla parece que se ha intensificado. Dejamos la isla y cogemos el vaporetto de nuevo, pero hacia Fondamenta Nouve. El barco hizo parada en Murano, pero hacía tantísimo calor que no quisimos parar y fuimos directos a Venecia. En Murano lo que se puede visitar son las fábricas de cristal, así que tampoco nos perdimos demasiado.

Cuando llegamos a Venecia comenzó nuestra nueva aventura de perdernos por las calles.
Empezamos a andar y recorrer varios barrios. Pasamos por la Ca' d' Oro (calle muy comercial), fuimos hasta Santi Giovanni e Paolo, también estuvimos en San Giorgio dei Greci y acabamos en San Marco. Habíamos hecho una parada en la orilla de un canal para comer (que buena esta la pasta aquí).

Después de una parada para reponer energías, cogimos la calle del museo Correr para ver esa zona y descubrimos la zona de tiendas de firmas exclusivas. En uno de los canales de esta zona vimos una cola de 30-40 orientales para coger una góndola, nosotros no cogimos ninguna porque 90€ me parecieron una burrada por ir en una góndola a pleno soletón.

Cuando llegamos a Madrid descubrimos que la cola se debía al precio baratísimo de esa compañía, que solo te lleva de una calle hasta la de enfrente pero te cobran como un billete de vaporetto.

Desde San Samuelle cogimos el vaporetto hasta el hotel. ¡Qué calor por dios! Una ducha reparadora y volvimos otra vez a San Marco para cenar. Comimos unos bocadillos italianos y nos sentamos cerca del puente de los suspiros a comerlos. ¡Vaya vistas!

23-7-2010

Fuimos temprano a cambiar los billetes del tren para irnos más tarde y después aprovechamos para irnos de compras por las calles del hotel. Nada más salir ya empezamos a sudar. Estuvimos solo 1 hora ya al volver al hotel me tuve que volver a duchar. En ese rato compramos algunas máscaras y especias para la pasta y cristal de Murano.


De Venecia me quedo con las calles perdidas, los edificios destartalados, los palacetes del Gran Canal. Me han encantado las mil máscaras, todas son preciosas y no sabes cual elegir. En fin, una ciudad a la que tengo que volver.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Florencia -Siena- Pisa

19-7-2010

Cogimos un tren desde Roma hasta Florencia y cuando llegamos y dejamos las maletas ya estaba sudando.
Lo primero que hicimos coger el mapa y pasear por la orilla del río Arno. Pasamos por el puente de Santa Trinitá y después por el ponte Vecchio. La verdad es la zona del río es muy pintoresca. El ponte Vecchio es especial, tiene en ambas aceras edificios que en su día eran casas y hoy son joyerías en su mayoría. Según la historia en una de las inundaciones de la ciudad, todo el oro de las joyerías fue a parar al río.

Desde el puente fuimos al Palazzo Pitti, donde hicimos un picnic a la sombra y casi nos comen las palomas. Luego volvimos por el mismo recorrido y nos dirigimos a la Gallería de Uffizi con todas sus bonitas esculturas.

Una vez en la plaza de la Signoria, vimos el Palazzio Vecchio y la réplica del David de Miguel Angel. Decidimos no entrar en ningún museo porque nuestra estancia no era muy larga y preferíamos conocer la ciudad que pasar el día en un museo. Eso no significa que no viéramos cosas. En la plaza de la Signoria hay una galería al aire libre con varias esculturas y alrededor del palacio también.

Desde la plaza cogimos la calle Borgo de Greci y llegamos a Santa Croce. Una iglesia majestuosa de mármol blanco, rojo y verde. Allí hicimos un alto en el camino para comer.

Volvimos por la misma calle y en la plaza Signoria cogimos la calle Calzaioli hasta el Duomo. Visitamos la catedral, pero no me quedaban ganas de subir hasta la cúpula, Arancha y Pablo fueron valientes y subieron. Nosotros nos sacrificamos quedándonos en la calle para hacerles la foto desde abajo, para que quede constancia. Jajajajaja.

Toda esta zona esta llena de tiendas de firmas carísimas y suele haber mucha gente. Aprovechamos ese ratito para hacer shopping y después volvímos al hotel para refrescarnos un poco.

Ya de noche volvimos a la plaza Signoria. Nos sentamos en el suelo a disfrutar de nuestra cena improvisada y de un espectáculo de magia (cenamos un calzone, una especie de bocata relleno).

20-7-2010

Madrugamos para ir a Siena, cogimos el tren y en una hora estábamos allí. Un pueblo medieval muy bonito y que no hay que perderse.
Al llegar cogimos un bus que te dejaba en el centro. Al poco de llegar vimos una oficina postal y se me ocurrió mandar unas postales, ¡menudo rollo! Estuvimos 45 minutos esperando para comprar los sellos.

Fuimos paseando hasta llegar al Campo(la plaza donde se hacen las carreras de caballos o el Palio). La plaza es preciosa, tiene forma de abanico y está cóncava. Las terrazas de los bares están preparadas para el desnivel, todas las fachadas son marrones y muy homogéneas y para entrar a la plaza hay unas súper cuestas empinadísimas.

Andamos por las calles y llegamos al Duomo de Siena. Todas las calles eran estrechas y con edificios antiguos . Todo lleno de tiendecitas. Tanto aquí como en Florencia se vende mucha piel ( bolsos, chaquetas, carteras,...) todo precioso y no demasiado caro. (Comprados unos llaveros chulísimos y una mochila que he usado mil veces.)

Desde Siena cogimos otro tren hacia Pisa. Toda una aventura. Resulta que el hombre de la taquilla nos dijo que el tren salía a las 14.14 y no se si se explicó mal o nosotros no le entendimos, que al final cogimos otro tren a las 14.40. Pero ahí no acaba la cosa. Teníamos que hacer transbordo en Empoli y allí cogimos un tren de solo dos vagones. No nos enteramos de que teníamos que validar el billete y el revisor nos pidió dos veces el billete. Jejeje pensábamos que el hombre no se fiaba de nosotros y resulta que lo que quería era bajar en una estación donde poder validar nuestro billete. Lo que tienen los idiomas que no te enteras.

En Pisa (la única ciudad, hasta el momento, que tenía indicaciones y una oficina de turismo) fuimos a ver la torre inclinada y el Duomo. Y si, esta inclinada. Doy fe. Mas inclinada de lo que pensaba. Aunque depende de donde te pongas se ve con mayor o menos inclinación.
Es gracioso ver a la gente hacer el tonto para hacerse la típica foto, aunque yo también la hice. Me gustó muchísimos y me sorprendió la explanada en la que se encuentra.

La torre estaba a más o menos a 1km de la estación y en toda la calle de camino había muchas tiendas y gente. Pero no nos entretuvimos demasiado porque queríamos llegar a tiempo a Florencia para comprar unos recuerdos. A llegar resulta que los comercios cerraban a las 8 pero 20 minutos antes ya estaba todo cerrado. Nuestro gozo en un pozo. Eso sí, aprovechamos para ir a cenar a un restaurante muy característico "Leo in Croce", donde nos atendieron genial y nos felicitaron por ganar el mundial de fútbol.

Florencia, Siena y Pisa me han encantado. Son ciudades con mucha animación, muy bonitas y con muchos rincones con encanto. Y los viajes en tren son geniales, te da tiempo a ver la Toscana, sus paisajes y a disfrutar de un rato de descanso. A mí me vino genial para escribir este diario.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Roma 2010

Como hace ya más de un año de este viaje, pero me he propuesto escribir algo de cada viaje, me voy a limitar a transcribir mi diario de viaje.
Este viaje empezó el 17-7-2010 (cumpleaños de Rafa) y fuimos con nuestros amigos Arancha y Pablo.
Aquí comienza nuestra historia:

Primer día en Roma  17-7-2010.
Llegamos al aeropuerto de Roma y cogimos un taxi al hotel. Como no tenemos aún la habitación, dejamos las maletas y nos vamos en un bus hacia el Vaticano. En el autobús casi sacan el hombro de su sitio a Rafa. El pobre iba de pie y el conductor pegó un frenazo para no pillar a un peatón. ¡Qué locura de tráfico!!!
Tuvimos que coger el metro hasta el Vaticano y cuando salimos a la superficie casi nos ahogamos de la bofetada de calor y humedad que había. Tuve que comprar una sombrillita china para aguantar el tirón.






Vimos la Plaza de San Pedro, hicimos fotillos y a la cola para entrar a ver la Basílica.
Como habíamos comprado por internet las entradas para el museo del Vaticano y eran a las 13h, nos fuimos directos a ver la capilla sixtina y el museo. (Por cierto que gran idea porque nos evitamos una cola enorme para comprarlas allí) . Había muchísima gente, hacía mucho calor y encima olía a humanidad. ¡Qué gusto!
Estábamos agotados, así que comimos en una Trattoría unas excelentes pizzas y nos fuimos directos a subir los 320 escalones hasta la cúpula de San Pedro. ¡Qué agobio de escaleras!


Cuando bajamos, nos paramos a mandar unas postales a amigos y nos fuimos andando hacia el Castillo de S´Angelo. Allí hicimos fotos y después cogimos un bus hasta Termini y de allí al hotel en metro.






Una parada para refrescarnos ( que sudamos más que en toda nuestra vida junta) y volvimos en bus al centro, junto a la plaza Venezia.

 Desde allí fuimos andando hasta el Trastevere para cenar. Por el caminos vimos las fiestas de un barrio (muy parecidas a las de cualquier pueblo en España, con su orquesta y todo). Pasamos por el puente que atraviesa la isla de Tiberia y vimos que en las orillas de la isla había muchísimos Restaurantes y puestos de venta ambulante. Incluso vimos un cine al aire libre.

Al final cenamos en la terraza de un restaurante y yo comí el mejor risotto que jamás he probado. Luego nos fuimos a celebrar el cumple de Rafa a la zona del Trastevere, que es como Latina, todo lleno de bares y restaurantes y la gente bebiendo en la calle. ¡Incluso se sacaban los vasos de cristal a la calle! A las 2 cerraban todo así que pedimos una bebida e hicimos como los lugareños, sentarnos en una escalera a tomar la última.



Finalizamos el día cogiendo un taxi para volver al hotel y ya eran las 3 de la mañana.
¡Qué día más completito!



Segundo día en Roma 18-7-2010

¡Qué sueño!
Comemos en buen desayuno y nos vamos al bus del hotel. Hoy vamos a ver piedras.
Nos dirigimos hacia el foro romano, pero primero hacemos unas fotos en la Piazza Venezia. ¡Menudo monumento, tan grande y majestuoso!



De ahí nos fuimos al foro, había una cola enorme para entrar, pero gracias a unos españoles muy simpáticos y a mi necesidad de supervivencia, no tuvimos que esperar demasiado ( vamos que me colé).
Hacia un calor y una humedad que se acercaban a lo insoportable. El lema de hoy es la supervivencia. Gracias a la gran cantidad de fuentes no caímos desplomados por la deshidratación. No recuerdo las veces que nos mojamos la cabeza y bebimos el agua fresquita.



Vimos el foro romano, el palatino y el coliseo. Desde ahí fuimos a ver las termas de Caracalla (de los monumentos que más me gustan de Roma). Después directos a Termini para coger los billetes de tren para el día siguiente.



 Por la tarde aprovechamos para visitar la Plaza de Spagna, el Pantheon de
Agripa, la fontana di Trevi y dar un paseo por todo el centro. Ya agotados volvimos al hotel a descansar un poco. Ya de noche volvimos al centro a cenar, ver la fontana de noche y despedirnos de la ciudad.





De Roma me quedo con las termas y la zona del Trastevere. Me gustó muchísimo la orilla del Tiber.
Aclarar que la comida no es cara, pero la bebida es excesivamente cara y encima no la incluyen en los menús. Por una cerveza de 0,30 cl pagamos 4,50€.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Lisboa 2ª parte

Voy a continuar con mi recorrido por esta ciudad.
En el barrio de Graça podemos visitar la Igreja y Monasterio de Sao Vicente de Fora. Se trata de un monumento muy grande, con interiores en mármol muy al estilo del Vaticano. El barrio está más alejado del centro pero se puede llegar con el mismo tranvía que te sube hasta el castillo. En este mismo barrio está el convento de Madre de Deus, donde se encuentra el museo del azulejo.

También un poco alejado está el barrio de Estrela, donde está el palacio de Sao Bento (sede del parlamento) y un poco más arriba la Basílica de Sao Bento. Aquí si es recomendable llegar en el mismo tranvía nº 28 (pero en la dirección opuesta), ya que el trayecto está lleno de cuestas tanto de subida como de bajada. Yo llegué en el tranvía pero como está muy concurrido y suele haber muchísima cola para cogerlo, la vuelta la hice andando (madre mía mis piernas...).



 Ahora me alejo del centro hacia Belém. Se puede ir de varias formas:
- En tranvía desde la plaza del comercio
- En taxi, que son rapidísimos y no muy caros.
- En coche, no es difícil de llegar y suele haber sitios para aparcar (aunque te toca dar algo a los gorrillas)

Aquí se puede visitar la famosa torre de Belem, el Monasterio dos Jerónimos y varios museos. Personalmente recomiendo el museo dos coches y el de la marina (son bastante chulos).



Como ya dije cuando empecé mi recorrido por Lisboa, este año es la cuarta vez que visito esta ciudad y cada año encuentro algo para ver. Sólo hay que dar un paseo por el centro y perderse por sus calles.

No he comentado nada de las opciones de ocio nocturno que tiene Lisboa. Hay para todos los gustos y colores. Se puede optar por ir a la zona del Barrio Alto, donde hay cientos de bares pequeños y se puede beber en la calle. Incluso puedes disfrutar de algún espectáculo de Fado.
También está la zona de Docas, que está justo debajo del puente 25 de Abril y que cuenta con bares y restaurantes (zona para extranjeros por excelencia).
También se puede ir a discotecas, y aquí yo recomiendo ir a Lux, merecen la pena sus 3 plantas.



 Si se dispone de suficientes días y se quiere hacer una excursión fuera de la ciudad yo recomiendo sobre todo dos:
1- Se pueden hacer visitas a pueblos cercanos como Cascais, Estoril, Sintra,... Esta última es la que más recomiendo. Es una zona preciosa y el Palacio Da Pena es... indescriptible.


Os dejo esta imagen para que os
hagáis una idea.







2- También se puede ir hasta el Cabo da Roca, el punto más extremo del continente, las vistas son espectaculares y además por el camino se pueden ver pueblos como Azenhas do Mar, que tiene unas piscinas naturales y está todo el pueblo situado en la roca.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Lisboa

Como por fin me estoy poniendo al día, voy a resumir mis impresiones de las muchas visitas que he hecho a esta fantástica ciudad.

Para empezar, Lisboa es una ciudad muy cosmopolita. Tiene el encanto de una gran capital pero la puedes visitar a pie (el centro claro).
Como todas se divide en barrios. Voy a empezar mi recorrido por la Baixa. Sus calles son rectas y van desde Rossio y terminan en Praça do Comercio. Esta zona es la más comercial y mas plana de toda la ciudad. Entre sus calles te puedes encontrar con el famoso elevador de Santa Justa ( construido por un discípulo de Eiffel), es una visita obligada. Suele haber bastante cola para subir y hay que pagar un viaje como el de metro, pero si tienes la tarjeta de transporte del día entero te sirve para subir.



Se puede continuar el recorrido por el Barrio Alto, al que se puede llegar por el elevador, por un tranvía que sube desde Rossio o andando por sus empinadas calles.
Para mí el Barrio Alto es el más especial. No hay que preocuparse por mirar demasiado el mapa, porque las calles no son fáciles de encontrar, pero perderse por allí es un lujazo. En esta zona están los restaurantes que más me han gustado y los sitios para salir más interesantes. Por encima de todos está el bar Pavilhao Chinés, un lugar único en el mundo, es un café-bazar de colecciones de todo tipo.

Por esa zona podemos entrar en cualquiera de los cientos de bares y restaurantes que hay en el barrio alto. Es la zona de marcha nocturna. Miles de personas se agrupan en las puertas de los bares y se bebe en la calle. Para mi gusto hay demasiada gente y mucho barullo. Pero es una buena opción para tomar algo rápido.

Casi dejando el barrio alto esta la cervejaria da Trindade donde tienen mucha variedad de cervezas además de una típica de allí la "branca e preta". Este sitio es muy de guiris y suele haber mucha gente, pero si quieres ver un bar típico de azulejos, este es el más apropiado.

Bajando hacia Chiado , encontramos otro sitio que encuentro bastante recomendable es el restaurante Sacramento, esta muy bien para cenar o para tomarse una copa de vino (y encima tiene wifi libre). Luego hay sitios típicos como el cafe A Brasileira.



Cerca de la salida del elevador esta el monasterio y la iglesia do Carmo ...(a la que yo llamo la iglesia descapotada) es un edificio destruido por el terremoto de 1755 muy bucólico y con unas posibilidades de hacer fotografías preciosas.





En el barrio de Alfama se pueden visitar el castillo San Jorge, la Sé (o catedral) el mirador de Santa Lucía .En general es una zona bastante empinada, por lo que si no hay muchas colas, es mejor subir en el tranvía nº 28 que te deja frente a los miradores y te evitas la cuesta. En esta zona hay muchos comercios de antigüedades y recuerdos típicos.

Hasta aquí la primera parte de la visita, continuará en breve......